Corregir una novela es una de las cosas más tediosas y agobiantes a las que se tiene que enfrentar cualquiera que escriba.
En mi caso es una novela y he descubierto que en las partes que más me costó escribir, encuentro montones de cambios que me gustaría meter y esto es muy peligroso porque puede afectar a muchas partes posteriores que también tendría que corregir.
Por otra parte, en las partes que más disfruté escribiendo y que me salieron casi solas, he descubierto que, al contrario que en las partes que más me costaron, están plagadas de errores ortográficos. Y es que cuando vas a saco solo quieres seguir, sin fijarte en casi nada.
En fin que tengo bastante por retocar y corregir, tiempo escaso y otras cosas que tendría que estar escribiendo y que están cogiendo un considerable retraso.
A ver cuando inventan los días de 48 horas.
Solo espero que el resultado final, realmente merezca la pena.
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