Ayer sábado tuve el placer de disfrutar con la actuación de mi hija en la obra de teatro.
Como siempre, es subirse al escenario y tiene una increíble transformación, convirtiéndose en su personaje, sea el que sea.
Supongo que es difícil ser objetivo con tu hija, pero cuando lo hace tan bien solo puedes limpiarte la babilla y decir:
Genial.
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