Como buen Arnedano Cesar nos trajo para desayunar los fardelejos.
La llegada al salón ya presagiaba un típico sábado con afluencia masiva. Las colas eran tremendas y la gente aguantó en ellas a pesar de la lluvia y la pésima organización que les hacía tener que pasar por 3 colas diferentes solo para poder entrar.
Nuestro stand se preparaba para la gran afluencia.
Y así fue, el sábado esto ya parecía un salón del cómic de verdad. A pesar de la lluvia que practicamente acompañó toda la jornada.
Los aficionados y los cosplayers invadieron todo y en algunos puntos era complicado hasta moverse.
En nuestro stand el sábado fue el de mayor número de autores y pudimos reencontrarnos con un gran número de amiguetes entre los que estaba David Daza.
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