El Salón del Cómic de Zaragoza, desde nuestra perspectiva ha sido muy diferente al de otros años. Lejos de las brutales aglomeraciones de pasados años, por las razones que todos conocemos, se ha convertido en un salón más intimista y que nos ha permitido compartir más impresiones con amigos y compañeros. Es cierto que a veces se ha notado una cierta falta de calor humano (y a veces del otro), pero aún así, gracias a la organización (que sin duda lo ha dado todo y más para sacar esto adelante) y a los asistentes, se ha hecho un salón, más que digno y se ha demostrado que a pesar de las adversas circunstancias, el Salón de Zaragoza sigue siendo la gran referencia de los Salones en nuestro país. El año que viene más y mejor sin ninguna duda.
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