Es muy difícil explicar lo que significó Carlos Pacheco, para todos los que en su día aspirábamos a hacer algo en este mundo del cómic. Un españolito que empezó a dibujar a los personajes con los que nos habíamos criado y que había llegado a lo que todos aspirábamos.
Aparte de la innegable calidad de su trabajo, el nos transmitió la idea de que con mucho trabajo se podía llegar a conseguir los sueños más delirantes.
Ahora, en un momento tan duro, tenemos que transmitirle que ha sido un referente para todos los aficionados al cómic y que esto pueda darle fuerzas y ánimos, para seguir adelante.
¡¡Fuerza y honor, maestro!!
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