En la última etapa de nuestra ruta de Riglos a Valpalmas, nos encontramos un curioso espectáculo: una gran cantidad de buitres en un cercano campo, peleándose por alguna presa.
Desde Valpamas hasta este curioso enclave hay unos pocos kilómetros en los que practicamente no hay nada.
En esta zona el agua ha erosionado y creado unas curiosísimas formaciones.
Parece un paisaje lunar.
Creando nuevos cultos.
El santo de los aguarales de Valpalmas
Gaseoducto despegando
Atardecer y despedida.
Ultima parada, para un descanso y tomarnos algo en Ejea de los Caballeros, antes de volver de nuevo a casa.
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